MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

sábado, 12 de marzo de 2016

EL SANTO Y SEÑA PARA ENTRAR EN EL PARAÍSO ES: "JESÚS, PERDÓNAME PORQUE HE PECADO; TE AMO CON TODO MI SER"

Expulsó al hombre y puso delante del jardín
del Edén un Querubín, que blandía flameante 
espada para guardar el camino del
árbol de la vida (Gen 3, 24)




La única cosa segura que hay en este mundo es que todos moriremos algún día, y que somos más o menos pecadores, todo lo demás hay que ponerlo en duda, aunque venga alguien a convencernos de lo contrario, y lo confirme con milagros.

Dios nos dará la Vida Eterna si lo amamos, y le pedimos perdón, entonces, nunca nos abandonará; ya que nunca abandona a los que le quieren, muy al contrario, como una madre, siempre nos cuida y nos protege.

La gente se condena cuando deja de amarlo, y se aparta de Él, aún así, en este mundo siempre espera que volvamos, y está dispuesto a perdonarnos si nos arrepentimos, como el padre del hijo pródigo de la parábola.

El único peligro de las ovejas es apartarse del Pastor, porque sin su protección, el lobo se apodera de ellas. Lo mismo ocurre con las almas, fuera de la protección del Hijo de Dios, el Demonio tiene las de ganar, por eso intenta por todos los medios romper el lazo de unión que une el alma con Dios, que es el Amor, y muchas veces lo consigue porque Dios deja libertad absoluta al alma, la cual se aparta de Dios cuando es Orgullosa, Desobediente, Irreflexiva y Ociosa. (O.D.I.O.)

Solo el Amor a Jesús nos dará la Vida Eterna, porque crea un lazo que nos mantiene firmemente unido a Él, que es Todopoderoso. Para que ese Amor sea imperecedero, el alma tiene que ser Amable, Maleable, Obediente y Razonable. (A.M.O.R ) 



Del Ángel Azarías (19/1/1.947)


[…] La concupiscencia de ser semejante a Dios, no porque el deseo provenga del conocimiento de vuestra condición y del amor, que os muevan a conseguir una protección que os haga dioses, sino del orgullo, es la misma concupiscencia de Lucifer. Y como toma la forma y la violencia del Rebelde, toma igualmente su tenacidad.

Os dijo vuestro Maestro santísimo: “sed perfectos como mi Padre”. Por eso no es culpa sino obediencia tender a esa perfección que os asemeja a vuestro Padre. Ahora bien, la perfección comporta justicia y en la justicia hay únicamente amor. En la justicia y en el amor hay siempre humildad y sabiduría, y en la humildad y sabiduría, el deseo de ser semejantes a Dios, que no ha de confundirse con el orgullo ni la ignorancia de quererlo ser en poder y en infinitud, afín de hacer las mismas cosas que Él hace y aún mayores, superándolo, dominándole y destronándole, diciendo: “Yo soy”, como trató de hacerlo Lucifer y como lo dijo, sino que permanece puro y todo amor, nada más que amor, Amor que mueve a los hijos a imitar al Padre y al Hermano divinos para ser perfección en la bondad y en la caridad. En eso y no en la sed de hacer las obras estupendas que hace Dios, Creador y Señor del Cielo y de la Tierra.

[…] Hay otros pecados, precisamente con el pecado de concupiscencia espiritual, que se encuentran (¿cómo no?) entre las filas de los católicos que se creen fervorosos, y lo son a su manera. Lo son más con el injusto fervor y con el desordenado amor. En tiempo de Jesús nuestro Señor, ellos estarían en las filas de los Fariseos. Actualmente se encuentran entre los desordenados en religión.

¡Y son tantos…! Son todos aquellos que – lo son únicamente porque no dejan pasar un día sin ir a la Iglesia, respetan la abstinencia y el ayuno a toda costa, hasta el punto incluso de desatender al marido, a la mujer o a los hijos y, de este modo, fomentar en ellos la libertad, que en un buen católico, debería ser el cuidado de impedir que surja; o, faltando a la caridad con un enfermo, se olvidan que la asistencia al que está enfermo es, por la misericordia practicada, rito de honor y de amor hacia Dios que se oculta en el propio enfermo – son aquellos que, porque hacen esto, tienen para su alma una religión desordenada.

Desordenada por ser egoísta. Desordenada por su sed de alabanzas de los hombres que ven su fervor (exterior) y su diaria oración (externa). Más Dios penetra el fondo de los corazones y de las cosas. Ve el verdadero móvil de tantas prácticas, al igual que las consecuencias de las mismas, todas ellas exteriores. Y no las aprueba, porque Dios es Amor y Orden y quiere, por tanto, orden y amor en todas las cosas.





PROFUNDA EXPLICACIÓN SOBRE EL VALOR REDENTOR DEL SUFRIMIENTO




LA BARRA INFERIOR SIMBOLIZA LA BALANZA
QUE SERVIRÁ PARA JUZGAR A LA HUMANIDAD



Esta cruz ortodoxa representa en la barra horizontal superior la inscripción INRI (Jesús el Rey de los Judíos); la otra barra horizontal es el travesaño donde fueron clavados los brazos de Jesús; la barra inclinada inferior representa en el lado izquierdo la parte más alta a San Dimas, y la más baja, al mal ladrón llamado Gestas.

Esta Cruz simboliza también a toda la humanidad: esa barra inclinada, representa al alma redimida que ha soportado sus padecimientos sin acritud, amando a Cristo, y el réprobo, que ha maldecido a Jesús por los sufrimientos y las pruebas de la vida. y como Dios paga al alma con la misma moneda que ella usó, en el día del Juicio, unas almas serán amadas y salvadas, o malditas y condenadas, como así está escrito en los Evangelios.



De los cuadernos de María Valtorta 
(Dictado del 19 de Agosto de 1.944)
           

Dice Jesús:

          “Escribe:
         “¡Oh, Señor!, sé que en los días que me haces llorar más, me haces ganar más. Por eso te agradezco que me hagas llorar.
          ¡Oh, Señor!, sé que que en los días que me haces sufrir más, me haces aliviar más los dolores ajenos. Por eso, te agradezco que me hagas sufrir.
          ¡Oh, Señor!, sé que en los días que me haces angustiar más porque te escondes, Tú vas junto a un pobre hermano mío que está perdido. Por eso te agradezco esta angustia.
           ¡Oh, Señor!, sé que en los días que vuelcas sobre mí la onda amarga de la desolación, te entrego a un hermano desesperado. Por eso te agradezco esta onda amarga.

           ¡Oh, Señor!, sé que las tinieblas que me enceguecen, que el hambre que me hace languidecer, que la sed que me hace morir por Ti, debido a Ti, sirven para que, como Luz, Fuente, Alimento, vuelvas a darte al que muere por todas las muertes. Por eso te agradezco mis tinieblas, mi hambre, mi sed.

           ¡Oh, Señor!, sé que mis muertes espirituales en tu cruz significan resurrección para otros tantos muertos en tu cruz. Por eso, te agradezco que me hagas morir.

           Porque creo, ¡oh, Señor!, que todo lo que me haces es para mi bien, tiene como fin el bien, es para gloria de Dios, el Bien Supremo; porque creo que encontraré de nuevo todo esto cuando el verte me haga olvidar todo el  dolor que sufrí; porque creo que mi gozo aumentará con cada sufrimiento; porque creo que para las “víctimas” no hay justicia sino solamente Amor; porque creo que nuestro encuentro se concretará en una sonrisa, en un beso, tu beso, Jesús-Amor, que enjugará completamente las huellas de mi llanto; porque creo todo esto, te agradezco por mis innumerables espinas y te amo aún con mayor amor.

           Tú no me has dado el papel de María, que es el mejor, sino tu mismo papel, que es el perfecto, pues es el Dolor.   
           Gracias, Jesús”.
        
           Tienes que decir esto, pero no con los labios, sino con el espíritu persuadido de tal verdad, que te indica quien encarna la Verdad.
            Si para darte un eterno futuro más bello hubiera conocido un camino menos penoso. Lo habría elegido para ti, porque te amo; pero ese camino no existe. Por lo tanto te he dado este por un motivo de infinito Amor.

            Cada lágrima derramada con constante adhesión a la voluntad de Dios, cada lágrima derramada con amor por El que te la pide, cada lágrima que se ha sabido ofrecer, se adorna con el nombre de una obra cumplida por quien llora o de una criatura a la que éste ha llevado a la salvación.

         El llanto no significa culpa. Es un tributo a nuestra condición. La defino “nuestra” porque tu Dios fue también Hombre y lloró y María – la que no albergó miserias por ser inmaculada – lloró porque, siendo Corredentora, tuvo que vivir el dolor que, sin embargo, no le correspondía. Lloraron pues el hombre y la Mujer. Puedes llorar también tú, que eres un alma abrazada a Dios, pero que no eres ni divina ni inmaculada.

             Lo esencial es saber llorar sin que el llanto se convierta en pecado es decir, que sea un llanto sin acrimonia, y haciendo del llanto una moneda para rescatar a los esclavos que Satanás mantiene atados a su galera.
            
            ¡Salva, salva! Y no temas. Dios está contigo”.