MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

lunes, 8 de agosto de 2016

PALABRAS DEL APOCALIPSIS INCOMPRENSIBLES PARA MUCHOS CREYENTES





Libro del Apocalipsis (Ap. 6, 9-11)

Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que guardaban. Clamaban a grandes voces diciendo: ¿hasta cuándo, Señor, Santo, verdadero, no juzgarás y vengarás nuestra sangre en los que moran sobre la Tierra? Y a cada uno le fue dada una túnica blanca, y le fue dicho que estuvieran callados un poco de tiempo aún, hasta que se cumpliera el número de sus consiervos y hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

Estas palabras son absolutamente incomprensibles para muchos: en un diálogo en un Blog religioso, cuando las cité, se me contestó diciendo que todos los mártires murieron perdonando y que esas palabras eran erróneas. Este razonamiento se parece a lo que hoy día, muchos creyentes, eclesiásticos, grandes teólogos y hasta obispos están predicando (no atreviéndose algunos a negar la existencia del Infierno, ya que es un dogma), afirman que el infierno está vacío, como me lo dijo cierto Obispo, afirmando que un Padre no puede mandar a un hijo suyo a ese lugar de suplicios eterno, ignorando lo que dijo Jesús a Nicodemo, explicándole que para ser Hijo de Dios, hay que volver a renacer a la vida de la Gracia.

Los mártires perdonaron porque también ellos eran pecadores, y sabían que estando en este mundo, sus verdugos aún pueden salvarse y que su muerte es un sacrificio para perdonar sus pecados, y los pecados de sus agresores, hacen lo que hizo Jesús en la Cruz, cuando murió y padeció para la salvación de la Humanidad, por eso dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". A pesar de esta petición de Jesús, Dios Padre permitió la destrucción del Templo, la deportación, masacre y esclavitud de los Judíos, como Jesús, camino del Calvario se lo profetizó a las mujeres que encontró llorando, a las que les adelantó lo que iba a ocurrir a Israel. Y también se produjo la persecución en el transcurso de la historia, ya que los Judíos le dijeron a Pilatos la crucifixión de Jesús, diciendo que la culpa recaiga sobre ellos y sobre sus hijos, cuyo culmen se produjo en la masacre de los los campos de exterminio nazis.

Siendo las palabras de Jesús inamovibles e imborrables, ¿Cómo es posible que se pueda dudar de lo que está escrito en el Evangelio, refrendado por todos los Santos y la tradición cristiana de todos los siglos?, son las palabras de Jesús dirigidas a los condenados en el Juicio final:

Y dirá a los de la Izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles" (Mat 25, 41).

Hoy día muchos predicadores olvidan esas palabras, y afirman que Dios no condena a nadie, que es el pecador que se aleja de Dios. Hace algún tiempo, en un sermón oí un sacerdote decir: Ya he comprendido porque hay gente que se condena: "Ven el Reino de los Cielos, y dicen: "¡Eso no es para mí!".

Hace muchos años entré en una Iglesia en donde, en una misa concelebrada de Navidad, repleta de gente, el celebrante dijo en el sermón unas palabras que recordaré toda mi vida, en especial a la hora de la muerte: "Os tenemos que pedir perdón nosotros los curas, ¡porque el Infierno lo hemos inventado nosotros!". Entré otra vez hace poco, esta vez, un sacerdote predicaba las Bienaventuranzas, y decía: "En el Antiguo testamento, Dios impuso las tablas de la Ley con sus obligaciones, pero ahora, sin olvidar esas leyes, ha venido Jesús y ha distribuido bendiciones", Mi mujer que estaba conmigo en la misa, me dijo, viendo mi disgusto: ve a hablar con él. Entré en la Sacristía y estaba hablando con algunas personas, le dije: 


-"Padre, se ha olvidado Ud. de algo".

-"Ah, sí, ¿De qué?"
-"De las imprecaciones de Jesús, cuando pronunció las palabras ¡Ay de vosotros!", lo que en lengua española es muy ambiguo, y en Francia el Evangelio dice: "Malheur a vous!", que traducido literalmente quiere decir: "Que la desgracia caiga sobre vosotros", lo que es una maldición.
-Si pero dije que tampoco hay que olvidar las tablas de la Ley

A continuación se marchó porque tenía mucha prisa. Esto es lo que se predica hoy día, creyendo que pintando a un Dios "merengue", van a atraer la gente, cuando en realidad ocurre todo lo contrario, las almas tienen sed de la palabra de Dios, y no quieren oír una doctrina adulterada, que quieren adaptar a la mentalidad de hoy, cuando es el mundo que tiene que adaptarse a Dios, y no al revés.







NUESTRA FE ES UNA LLAMA QUE ESTÁ OCULTA EN VASIJAS DE BARRO, SERÁ DESLUMBRANTE EN EL CIELO

EL TRIUNFO DE LA FE



San Juan de la Cruz tiene una extraordinaria explicación sobre la historia del capitán Gedeón que venció al ejército Madianito, muy superior al de Israel, con un puñado de hombres escogidos.
Está relatado en la Biblia que Yahvé mandó que los soldados de Israel llevar lámparas de fuego dentro de vasos de barro, y que atacaran el campamento enemigo de noche. Así se hizo, y al llegar al campamento enemigo, se rompieron las vasijas y los  soldados se despertaron llenos de terror, y se mataron entre ellos en la oscuridad, fue una victoria completa de Israel.

San Juan de la Cruz dice que la llama dentro de las vasijas de barro, simboliza nuestra fe, que está escondida ante los hombres, y que al romper esas vasijas, es decir, al morir, que es  "cuando el cuerpo se rompe", aparecerá La Luz de la Santa Fe a los ojos de los ateos y de los impíos que son los enemigos de Dios, y por tanto nuestros enemigos. Esa divina Luz, que los cegará y que hará que queden estrepitosamente derrotados, ya que ellos, como los madianitas, que se mofaban de los judíos, al ser muy superiores en número, piensan que nos van a derrotar, por el gran desprecio que tienen a todos los creyentes. 



EL CAPITÁN GEDEÓN

En el libro de los Jueces de la Biblia, podemos leer la vocación de Gedeón, que en realidad se puede interpretar, como así lo explica  S. Juan de la Cruz, como la historia de los hijos de Dios y su paso en esta tierra hasta la entrada en el Reino de los Cielos. 
Podemos leer: 

"... El Ángel del Señor se le apareció y le dijo: 
-El Señor está contigo, valiente guerrero (...) Vete, que con tu fuerza salvarás a Israel del poder de Madián. Yo te envío (...) 
-Toma la carne y los panes sin levadura, ponlos sobre esta piedra y vierte el caldo. 
Gedeón lo hizo así. 
Entonces el Ángel del Señor extendió el bastón que tenía en su mano y tocó la piedra y los panes sin levadura, Salió fuego de la roca y consumió la ofrenda 
Gedeón dijo: 
- ¡Ah, Señor, Señor! ¿He visto cara a cara el Ángel del Señor? 
El Señor le respondió: 
-La Paz sea contigo. Nada temas no morirás. (...) 

Vemos aquí una magnífica alegoría de la verdadera misión de los Hijos de Dios: Hemos sido enviados a este mundo, y hemos sido escogidos, para que con nuestra lucha salvemos a Israel del poder de Madían, es decir nos salvemos y salvemos a nuestro prójimo del poder de Satán, y para eso, tenemos que fortalecernos con la ofrenda del pan y la carne, que representan el cuerpo de Cristo, y el caldo que representan su Sangre, lo cual nos procurará el favor de Dios, y la fuerza necesaria para el combate. 
Aquella misma noche el Señor dijo a Gedeón: 


Toma el toro de 7 años que tiene tu padre, derriba el altar de Baal que posee tu padre y tala el árbol sagrado que está junto a él. Edifica un altar bien preparado al Señor tu Dios en la cumbre de esta altura. Lleva el toro, y ofrécelo en holocausto con la leña del árbol talado. 

El toro de 7 años, que significa la fortaleza de los 7 Espíritus de Dios, en misión por toda la Tierra, como dice el Apocalipsis, y también de los 7 sacramentos, que son el mismo Jesucristo, la víctima perfecta y sin mancha, que ha venido para derribar el altar de Baal de nuestro padre Adán, al pié del árbol del conocimiento del bien y del mal, que es el pecado original.

En su lugar, por la Gracia de Dios, edificaremos un nuevo altar en donde ofreceremos el toro con la leña del árbol talado, que es la rememoración del Sacrificio de Jesús en la Cruz, que proviene del árbol talado, que significa la aniquilación del hombre antiguo, es decir con la desaparición de nuestros antiguos apetitos consecuencia del pecado original debido a  la caída de Adán. 

Antes vienen los diversos exámenes, para distinguir los verdaderos hijos de Dios: el del vellón y el de beber agua de la fuente, que son las diversas pruebas que Dios manda a cada uno de nosotros, para decantar los malos de los buenos es decir, el trigo de la cizaña. 

Luego viene el epílogo de la historia: el ataque de Gedeón a las tropas Madianitas, de noche con trompetas a la luz de las antorchas previamente escondidas en vasijas de barro, lo que provoca el pánico, la aniquilación de las tropas enemigas, destruyéndose entre ellas, y su posterior huida y captura.

Y aquí viene el significado espiritual más importante, según San Juan de la Cruz: las lámparas ocultas en las vasijas de barro son nuestra Fe en Cristo Jesús, que a la hora de nuestra muerte, es decir cuando se rompan las vasijas de barro, provocará en los enemigos de la Fe, una derrota y una desbandada masiva, cuando resplandezca la Gloria de Dios en el Juicio final.