MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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viernes, 1 de septiembre de 2017

COMENTARIOS SOBRE LAS LECTURAS DE LA MISA DE HOY 14-8-2.017. EL SANTO TEMOR DE DIOS ES NECESARIO PARA ALCANZAR LA VIDA ETERNA


Don del Santo temor de Dios

Reflexiones sobre las lecturas de la misa del día de hoy, que iban dirigidas a los israelitas del árbol de Jesé, pero que se han escindido de ese árbol, no reconociendo a Jesús como el Mesías, anunciado por los Profetas, cuyos máximos exponentes son el mismo Moisés que simboliza la Naturaleza Divina de Jesús, que no podía con esa naturaleza hablar al Faraón y Aarón que simboliza su Naturaleza Humana, que era el que podía dirigirse a él.
Quiero subrayar la mentalidad actual, que ha ocultado uno de los más importantes dones del Espíritu Santo, que es el don de "Crainte", como lo dice esa antigua imagen francesa, que en castellano es el don de Temor, a no confundir con el terror de Dios.


Deuteronomio 10,12-22.

Y ahora, Israel, esto es lo único que te pide el Señor, tu Dios: que lo temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien. 
Al Señor, tu Dios, pertenecen el cielo y lo más alto del cielo, la tierra y todo lo que hay en ella. 
Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos. 
Por eso, circunciden sus corazones y no persistan en su obstinación, porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, valeroso y temible, que no hace acepción de personas ni se deja sobornar. 
El hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero y le da ropa y alimento. 
También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto. 
Teme al Señor, tu Dios, y sírvelo; vive unido a él y jura por su Nombre. 
El es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo. 
Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo. 

El santo Temor de Dios, que es el miedo de ofenderle, y que esté enojado por nuestros defectos, que somos incapaces de corregir sin la ayuda de Dios, y que a veces necesitan su intervención directa para poder  eliminarlos, como así lo dice en sus escritos San Juan de la Cruz, que explica que después de muchos años de oración y de sacrificio, nos damos cuenta que un día ese defecto que teníamos  y que no podíamos corregir, viene Dios y nos lo quita.

Ese santo Temor de Dios, es la condición necesaria y suficiente para alcanzar la Salvación, sin él, no podemos avanzar y caemos en el inmovilismo. El Demonio, que es astuto e infatigable, insiste constantemente para los grandes pecadores, enseñándoles el relativismo, que conduce al inmovilismo, y a la anestesia del alma, que nos impide avanzar: "Dios es un Padre misericordioso, que nos quiere como somos, y como somos todos Hijos de Dios, es incapaz de mandar a nadie al Infierno. ¿Ud. mandaría un hijo suyo al Infierno?, me dijo cierto Obispo, ¡claro que no, pues por eso está el Infierno vacío!, no atreviéndose a negar su existencia ya que es un Dogma de la Iglesia Católica. Esa tentación cuando tiene éxito, que está repetida como un "mantra" por muchos directores espirituales, puede conducir el alma a la perdición eterna.

A los que buscan la Santidad y que están más cerca de Dios, el Demonio, intenta por todos los medios a su alcance que no progresen, por eso les susurra al oído: "¿Pero tu te crees que Dios va olvidar ese pecado que cometiste..., y ese otro..., y aquel...?"
Esta tentación, repetida también por algunos directores espirituales llamados "rigoristas", conduce el alma al inmovilismo y a la desesperación.

A este respeto me decía cierto Sacerdote que había vivido en Brasil, que muchos miembros de la Secta fundada por Plinio Correa de Oliveira, a su muerte escindida en varias otras sectas radicales, que se creen iluminados y elegidos por Dios para restablecer la "verdadera Doctrina", dichos miembros pedían la confesión varias veces al día, ¡A veces incluso a altas horas de la noche!

Los fundadores de esas sectas, y sus continuadores, carecen precisamente de ese Santo Temor de Dios, les gusta sobremanera los baños de multitudes donde son aclamados y aplaudidos, con gritos de "¡Fenomenal!" , es lo contrario de la mentalidad de los grandes Santos. El mismo Santo Cura de Ars, en su época de mayor esplendor, cuando venían de todo el mundo para confesarse con él, lloró cuando le dijeron que firmara un libreto que se entregaba a los peregrinos que venían, y que decía que tenía muy grandes virtudes, dijo llorando al que se lo entregó: "Es un libro muy malo porque dicen que soy Santo, y yo soy en pobre pecador".

Y es que Dios no se comunica nunca con los soberbios, se aleja de ellos, ya que despiden un hedor espiritual insoportable para Dios, solo se acerca al perfume espiritual de los humildes.  




Salmo 147,12-13.14-15.19-20.

¡Glorifica al Señor, Jerusalén, 
alaba a tu Dios, Sión!
El reforzó los cerrojos de tus puertas 
y bendijo a tus hijos dentro de ti.

El asegura la paz en tus fronteras 
y te sacia con lo mejor del trigo. 
Envía su mensaje a la tierra, 
su palabra corre velozmente;

Revela su palabra a Jacob, 
sus preceptos y mandatos a Israel:
a ningún otro pueblo trató así 
ni le dio a conocer sus mandamientos.


Ese maravilloso Salmo del Real Profeta David, quiere decir que Dios bendice a los humildes que siguen sus mandamientos, y que nada les faltará, es lo que dijo Jesús: "Buscad el Reino de los Cielos, y todo lo demás se os dará por añadidura"


Mateo 17,22-27.

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados. 
Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?". 
"Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?". 
Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos. 
Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".


La predicción de la Muerte y Resurrección de Jesús debió caer a sus discípulos como un "jarro de agua fría", ya que esperaban de Jesús el restablecimiento del Esplendor de Israel, y ocupar importantes cargos en ese Reino terreno; aún no habían comprendido que se trataba del Reino del Cielo predicado no solo a los Judíos, pero también al mundo entero.

El Pez pescado por Pedro con una moneda de plata en la boca, simboliza la Misericordia de Dios, por eso los primeros cristianos se reconocían con el dibujo del pez. Es también el símbolo de la divina Providencia de Dios para sus servidores.


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