MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 8 de abril de 2017

COMO PUEDE ACTUAR LA EUCARISTÍA, EL SUPREMO DON DEL AMOR INFINITO DE DIOS

LA FUERZA DE LA EUCARISTÍA ES PROPORCIONAL AL GRADO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD DEL ALMA





Descripción de la analogía que existe entre al pan y el vino que es el alimento del cuerpo, con la Sagrada Eucaristía que es el alimento del alma. El primero es un alimento de una presencia real, el segundo es un alimento de la presencia del Cuerpo y la Sangre de Jesús, escondidos.

Ahora bien, los alimentos para alimentar el cuerpo material, no necesitan ninguna virtud teologal para saber que son necesarios para nuestro sustento, sin embargo, los alimentos Eucarísticos necesitan la creencia en la presencia de Dios, para que actúen en el alma. Creencia que se tiene que demostrar no solo por las palabras, como predican los Protestantes que se creen que están justificados por la Fe, pero sobre todo por los hechos de nuestra vida, que son el volver a nacer a una vida espiritual, como así lo explicó Jesús a Nicodemo.

Sin estas condiciones necesarias y suficientes, la Eucaristía nunca actuará en el alma, ni producirá sus frutos que son la salud y la fuerza del alma, para poder luchar y triunfar de sus tres enemigos naturales que son el Mundo el Demonio y la Carne. Por esta razón se ha aplicado desde siempre a la Iglesia el adjetivo de "Militante", precisamente porque tiene que presentar batalla a esos terribles enemigos.

Pero ahora se le ha aplicado a la Santa Iglesia un nuevo atributo: ha pasado de ser militante a llamarse "Iglesia peregrina", como si esta vida fuera un alegre peregrinaje, y en ese caso, no comprendo por qué no  se llaman a esos tres enemigos del alma "compañeros de peregrinaje".



De los cuadernos de Mª Valtorta
18 de Junio de 1.943


Dice Jesús:

"Para mantener las fuerzas físicas hay que nutrir el cuerpo. El indigente que no puede comprar el alimento, lo mendiga a los ricos.Normalmente pide pan. Sin el pan es imposible la vida.
Vosotros sois pobres que necesitáis alimento para vuestra alma. A vuestra pobreza Yo he dado el Pan Eucarístico. El os nutre la médula del alma, da vigor al espíritu, sostiene las fuerzas espirituales, aumenta el poder de todas las fuerzas intelectuales, porque donde hay vigor de vida hay también vigor de mente.

Alimento sano que comunica salud. Alimento verdadero que infunde vida verdadera. Alimento sano que suscita santidad. Alimento divino que da a Dios.

Pero además de pobres, sois enfermos, débiles no solo por la debilidad que produce la falta de alimentos y que cesa con éste. Sois débiles por las enfermedades que os extenúan. ¡Cuantas enfermedades tienen vuestra alma! ¡Cuantos gérmenes os inocula el Maligno para crear estas enfermedades! A quien está débil y enfermo es necesario darle no sólo pan sino también vino.

Yo en mi Eucaristía os he dejado los dos signos de lo que necesita vuestra naturaleza de hombres pobres y vuestra debilidad de hombres enfermos. Pan que nutre, vino que fortalece.

Hubiera podido comunicarme con vosotros sin signos externos. Puedo hacerlo. Pretendéis demasiada pesantez para captar lo espiritual. Vuestros sentidos externos necesitan ver. Vuestra alma, vuestro corazón, vuestra mente se rinden solamente, y aún así con fatiga, ante las cosas visibles y palpables. Es tan cierto que aunque lleguéis a creer en Mí en la Eucaristía y a recibirme en la Hostia, la gran mayoría no admitís la infusión del Espíritu en vosotros, de quien os vienen latidos, luces, impulsos de obras buenas.

Si creyerais con esa fuerza de la que es digna el Misterio, sentiríais, al recibirme en vosotros una vida. El acercarme a vosotros os debería quemar como al acercarse a una caldera ardiente. Mi estar en vosotros os debería sumergir en un éxtasis que os abstraería lo profundo del espíritu en un rapto de Paraíso.

El fundirse de vuestra humanidad enferma con mi Humanidad perfecta os traería salud hasta física, por lo cual, enfermos corporalmente, resistiréis a las enfermedades hasta que Yo dijese "Basta" para abriros al Cielo. Os daría inteligencia para entender rápida y justamente. Os haría impenetrables a los asaltos desenfrenados o a las sutiles insidias de la Bestia.

En cambio puedo hacer bien poco porque entro donde la fe es lánguida, donde la caridad es superficial, donde la voluntad está decaída, donde la humanidad es más fuerte que el espíritu, donde sobre todo, no os esforzáis en reprimir la carne para que emerja el espíritu.

No os esforzáis para nada. Esperáis en Mí el milagro. Nada me prohíbe cumplirlo. Pero Yo quiero de vuestra parte al menos el deseo de merecerlo.

A quien se dirige a Mí gritando que le ayude imitando la fe de las muchedumbres de Galilea, Yo me comunicaré no solo con mi Cuerpo y mi Sangre, sino con mi Caridad, con mi Inteligencia, con mi Fuerza, con mi Voluntad, con mi Perfección, con mi Esencia. Estaré, con el alma que quiere venir a Mí, como estoy en el Cielo, en el seno del Padre del que procedo generando el Espíritu que es Caridad y vértice de perfección".

PROFUNDO ANÁLISIS SOBRE LA MENTALIDAD DEL MUNDO ACTUAL, QUE, COMO ESAÚ HA VENDIDO SU DERECHO DE PRIMOGENITURA A JACOB, POR UN PLATO DE LENTEJAS.


Esaú vendió a Jacob su primogenitura por un plato de lentejas









En este discurso del Padre Willie de la Parroquia de Santa Bernardita de San Juan en Puerto Rico, está descrita de una manera magistral la mentalidad del mundo actual que ha abandonado a Dios, para sumergirse en todos los atractivos del mundo.

Antiguamente hace unos años, en los países de tradición Católica, la Semana Santa estaba relacionada con la Pasión de Jesucristo, y era una ocasión para arrepentirse de los pecados, acordándose de lo que le costó al Redentor la salvación de las almas, lo que era una ocasión para una meditación profunda y sincera, y el deseo de cambiar nuestra vida de pecado para poder alcanzar la posibilidad de volver a renacer, como lo dijo Jesús a Nicodemo, para así poder alcanzar la dignidad de Hijos de Dios. 

Con la mentalidad actual de un mundo relativista, como así lo bautizó Benedicto XVI, esa importante reflexión se ha olvidado, y lo que prima es el disfrute inmediato, por eso la Salvación ha pasado a un segundo plano, o se ha apartado completamente de las inquietudes de las almas de los fieles, ya que como me lo dijo el Señor Arzobispo, todos somos hijos de Dios, y un Padre no puede mandar a un hijo suyo al Infierno. Doctrina herética que está difundiéndose en todas partes, para el gran regocijo del ángel tenebroso, que ha logrado lo que él deseaba: que el mundo se olvide de Dios.

Y ahora la Semana Santa se desarrolla con el olvido de la Ley de Dios, y es una ocasión para la mayoría de la gente, para  irse de vacaciones, llenando las playas, los cruceros, los hoteles, para el disfrute de la vida terrena, olvidándose de lo que costó a Jesús la Redención de las almas, para que podamos alcanzar los bienes celestiales. Es lo que le pasó a Esaú, que vendió a Jacob su derecho de primogenitura por un plato de lentejas.