MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 19 de mayo de 2012

CHARLES MAURICE DE TALLEYRAND-PÉRIGORD (1753-1838)

Talleyrand le Diable boiteux (el diablo cojo)



UN VERDADERO CAMALEÓN

 Estamos aquí en presencia de uno de los políticos más versátiles que han aparecido en la Historia de Francia, personalmente, siempre me ha fascinado: nunca me he podido explicar como un individuo de esta mentalidad pudo ser uno de los personajes principales de la época que le ha tocado vivir, que va desde la época anterior a la Revolución francesa que culminó con la toma de la Bastilla en 1.789, hasta la Restauración de la Casa de Orleans con Louis-Philippe I en el año 1.835

-En primer lugar se dedico a la Carrera eclesiástica hasta llegar a ser Obispo de Autun.

-Luego formó parte de la jerarquía Revolucionaria, de lo más cruel y sanguinaria en contra del Clero y de la Nobleza, con miles de asesinatos de Sacerdotes que se llevaban en barcazas sobre el río Sena para ahogarlos, y el asesinato en masa de todos los Nobles que no habían podido huir.

-Luego fue el hombre político más importante con el Directorio de Bonaparte, y bajo el Imperio Napoleónico.

-Luego fue ministro de Asuntos Exteriores de la Dinastía Borbónica bajo Louis XVIII, a pasar de que la Revolución francesa, de la cual era un miembro destacado, votó la guillotina para Luis XVI y su esposa María Antoinette.

-Luego fue también embajador con Louis-Philippe I de la dinastía de Orleans.

-Por fin, pidió perdón por haber perjudicado a la Iglesia Católica, se confesó y recibió la Extrema Unción pocas horas antes de morir.


                  Se le apodó Le diable boiteux (el diablo cojo), por un defecto producido por una enfermedad degenerativa que le produjo una característica cojera.


                Es pues de admirar la habilidad de este astuto e inteligente personaje, que supo adaptarse y sobrevivir a tantos gobiernos dispares y antagonistas en donde ocupó siempre puestos de una gran relevancia.




MAURICE DE TALLEYRAND PRÍNCIPE DE BÉNEVANT



 Hombre político francés, se volvió cojo en su niñez, se destinó a una carrera eclesiástica. Fue Obispo de Autun (1788). En la Revolución francesa, diputado en los Estados Generales y en la Asamblea Constituyente (1.789). Rompe con la Iglesia después de haber apoyado la Constitución civil del Clero. Refugiado en Inglaterra y en los Estados Unidos (1792-1796) fue nombrado Ministro de Asuntos exteriores del Directorio de Bonaparte, luego del Consulado  y del Imperio Napoleónico (1787-1807). Fue el que redactó el tratado de Luneville (1801), el Concordato con el Papa (1.801), la paz de Amiens (1802) y el tratado de Presbourg (1802)

Gran Canciller imperial y príncipe de Benévant. Abandona los Asuntos Exteriores (1807) porque se opone a la ruptura con Austria. Cae en desgracia en 1809.

Es otra vez, a la caída de Napoleón jefe del gobierno provisional en Abril de 1814. Hace votar por el Senado la destitución de Napoleón y la proclamación de Luis XVIII. Es nombrado Ministros de Asuntos Exteriores en la primera Restauración, en donde juega un papel importantísimo en la Conferencia de Viena (1814-1815). Es nombrado otra vez Jefe del Gobierno  de Julio a Septiembre de 1815. Al final de la restauración Monárquica, se coloca en la oposición. El nuevo Rey Louis Philippe I, lo nombra embajador en Londres (1830-1835).

Cuando leí en la obra sobre Napoleón el desarrollo de la celebre Campaña de Rusia, en donde el ejército francés de un millón de hombres fue aniquilado, recuerdo una anécdota que me dejó impresionado: En París, al no tener noticias de Napoleón, el gobierno impulsado por Talleyrand votó la abolición del Imperio y la restauración de la Monarquía.

Cuando Napoleón apareció, se narra la entrevista tempestuosa que tuvo con Talleyrand: Este, apoyado en una chimenea del Palacio, escuchó en silencio la lluvia de improperios y de insultos del Emperador, que le decía que el Imperio nunca desaparece, porqué estaba su hijo, el Rey de Roma, para sustituirle. Y acabó diciéndole. “Vous êtes una merde dans un bas de soie” (Es Ud. una mierda en una media de seda), a lo cual Talleyrand, cuando este se marchó, se lamentó diciendo: "Quel dommage qu´un si grand personnage soit si mal élevé” (Es una pena que un personaje tan grande sea tan mal educado).

Del punto de vista espiritual, parece que estamos en presencia de una alma a la cual solo le interesa el triunfo de este mundo y que se desentiende completamente del más allá, y la prueba es que cuando fue Obispo de Autun, rompió su compromiso espiritual,  para apoyar la Constitución civil del Clero que creaba una Iglesia "Galicana" independiente del Papado, era la época de los Sacerdotes "asermentados" que juraban fidelidad al Estado, lo que propició la terrible masacre de los ejércitos revolucionarios en la Provincia de la Vendée, que había querido permanecer fiel a Roma y a la Monarquía.

Era también la Época en la cual se desenvolvió uno de los más grandes Santos de la Iglesia católica: el Santo Cura de Ars, declarado patrón de todos los Sacerdotes, también él tuvo que esconderse para asistir a las misas oficiadas por los Sacerdotes que guardaron fidelidad al Papa.

La reconciliación con la Iglesia Católica: Ese fue el último cambio que realizó antes de su muerte: Cuatro horas antes de morir, firmó un manifiesto en el cual  repudió abiertamente "los grandes errores...que habían perturbado y afligido a la Iglesia Católica; Apostólica y Romana, y en los que había tenido la desgracia de caer". Se confesó y recibió el Sacramento de la Extrema Unción. Vemos pues que hasta el último momento, se cambió otra vez  de bando, intentando engañar también al mismo Dios, como dice el proverbio: "Genio y figura hasta la sepultura".

¿Veremos también en el otro Mundo a Talleyrand, ocupando un importante puesto en la Jerarquía celestial?


¿HABRÁ PODIDO ENGAÑAR TAMBIÉN AL MISMÍSIMO DIOS?


En la lengua francesa, para definir ese tipo de personas, existe una frase intraducible que solo buscan su provecho y que no tienen ningún principio moral: "Cette personne est l´âme damnée de l´histoire" (que se podría traducir por: esa persona es el alma condenada de la historia).

        Igualmente, me viene a la idea las palabras del célebre Actor Groucho Marx cuando decía: "estos son mis principios; si no les gustan, tengo otros".

      También recuerdo cuando llegué a Barcelona procedente de Francia, en el año 1.965, comentando con mis compañeros de trabajo las deficiencias de la protección Social de la España franquista, al compararlos con Francia, como casi todo el mundo era simpatizante con esa dictadura, me argumentaban que nunca España había estado tan bien: "¡Por primera vez tenemos 25 años de paz y de prosperidad!"

        ¡Pero ahora todo el mundo dice haber sido anti franquista, y demócratas de toda la vida!

Y esto refleja la condición humana: la mayoría de las personas son como unas veletas que giran del lado de donde sopla el viento, y no tienen ningún reparo en aliarse con el más fuerte, incluso si este va en contra de sus ideas. En el último momento, Talleyrand intentó aliarse con el mismísimo Dios, ante el inminente juicio inapelable que le esperaba, Dios al que había traicionado mucho antes en múltiples ocasiones.


 







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